Pocas veces nos paramos a pensar lo que nos dicen nuestras manos, pero al igual que el resto de nuestra piel, son fuente inagotable de información.
Las manos evitan que nos quememos, nos permiten coger un bebe sin hacerle daño o soportar un peso sin que nos lesione, nos hace sentir si na superficie raspa o nos resulta agradable, nos permite percibir los matices de la piel de otro, nos da seguridad al conducir una bici, permite a los que trabajan con musculos arregrar las "averias", al que tiene arte dentro poder expresarlo de multiples formas, vamos que miles de cosas.
Pero lo que más me ha llamado la atención hoy ha sido llegar a notar las sensaciones del agua en la mano, mientras nada en una calle con tropecientos animalitos como yo. Para un antiguo ciclista sentir como el agua al nadar dejar de ser ese elemento que se escapa entre las mano, y convertirse en una serie de apoyos sólidos sucesivos, es algo que roza lo místico.
Esa sensación de deslizar, apoyarse, deslizar puede llevar años conseguirla. O no conseguirse nunca, pero cuando ese momento dulce llega te da pena salir de la piscina, porque no sabes cuando volverás a sentirlo.
Pero a pesar de lo agradable de esas sensaciones, sigo prefiriendo el tacto de la piel humana (preferiblemente feminina) que me provoca momentos bastante más íntimos que los que se viven en una piscina. Y por el momento mas frecuentes..... :)
besos y abrazos
Las manos evitan que nos quememos, nos permiten coger un bebe sin hacerle daño o soportar un peso sin que nos lesione, nos hace sentir si na superficie raspa o nos resulta agradable, nos permite percibir los matices de la piel de otro, nos da seguridad al conducir una bici, permite a los que trabajan con musculos arregrar las "averias", al que tiene arte dentro poder expresarlo de multiples formas, vamos que miles de cosas.
Pero lo que más me ha llamado la atención hoy ha sido llegar a notar las sensaciones del agua en la mano, mientras nada en una calle con tropecientos animalitos como yo. Para un antiguo ciclista sentir como el agua al nadar dejar de ser ese elemento que se escapa entre las mano, y convertirse en una serie de apoyos sólidos sucesivos, es algo que roza lo místico.
Esa sensación de deslizar, apoyarse, deslizar puede llevar años conseguirla. O no conseguirse nunca, pero cuando ese momento dulce llega te da pena salir de la piscina, porque no sabes cuando volverás a sentirlo.
Pero a pesar de lo agradable de esas sensaciones, sigo prefiriendo el tacto de la piel humana (preferiblemente feminina) que me provoca momentos bastante más íntimos que los que se viven en una piscina. Y por el momento mas frecuentes..... :)
besos y abrazos
4 comentarios:
Ya te veo yo desde lejos... que si agua, que si piel, que si piel femenina!!!!... anda que ;)
Mira q eres mal pensado, cuando sabes que a principio de temporada triatlética es el unico momento del año que se nada "despacio" y con sensaciones medio buenas.
lástima no tenerte más cerca....
no se si por lo de las sensaciones... o por lo que me evoca todo al leerte.... El contacto humano, la piel, el sentir, el tacto, el olor.... el deseo de vivir (no pensemos lo que no es). En fin.... que no te queda nada para disfrutar de un finde de los que te gustan.
Teresa
Las sensaciones al tacto: frio, calor, duro o suave, sin importar cual sea no se compara a la de la piel de otra persona, entrelazar los dedos, acariciar su rostro, o simplemente recostarse sobre el regazo de otro ser...
simplemente hay que disfrutar las sensaciones que la naturaleza te brinda. Dejate llevar... lo que esta vida te brinda no lo podras volver a tener...
disfrutalo...
un beso...
;-)
Publicar un comentario